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dimarts, 19 de juliol del 2011

Feynman on trees and fire, and Tannu Tuva

A vegades val la pena escoltar a algú que sap de que parla. Richard Feynman no era només un geni, sino un dels millors comunicadors que ha tingut el món de la ciencia.

I quan hem acabat, que tal una mica més de música de Tannu Tuva?

...

Sometimes, it's worth dropping everything and listening to someone who actually knows what they are talking about. The late great Richard Fenyman, not just a genius, but a genius who knew how to communicate like few others.

Got here thanks to our Antipodes - the internet never fails to amaze me , wonder what Feynman would have made of it ...

And, why not, a bit more throat singing from Tannu Tuva.







dimecres, 17 de novembre del 2010

O Superman - Laurie Anderson

Aquesta setmana és la Setmana de la Ciencia. Per anar fent camí, ajunto el següent article de El Pais 13.11.2010.
Recordando a Feynman (del Jose Manuel Sanchez Ron)
Según se va leyendo El gran diseño, se hace evidente la importancia que para las ideas que se presentan en él tienen las contribuciones de un físico: Richard Feynman (1918-1988). En particular, Hawking y Mlodinow dependen de una versión de la mecánica cuántica que Feynman introdujo: la de las integrales de camino. "Las teorías cuánticas", se lee en las primeras páginas de El gran diseño, "pueden ser formuladas de muchas maneras diferentes, pero la descripción probablemente más intuitiva fue elaborada por Richard (Dick) Feynman, todo un personaje, que trabajó en el Instituto Tecnológico de California y que tocaba los bongos en una sala de fiestas de carretera. Según Feynman, un sistema no tiene una sola historia, sino todas las historias posibles".

Puedo comprender muy bien estos sentimientos: como cualquier estudiante de Físicas, al cursar las asignaturas de mecánica cuántica me encontré con un mundo de probabilidades que parecía violar el sentido común: partículas que se comportan como ondas y ondas que se comportan como partículas; realidades que contienen todas las realidades posibles y que únicamente se concretan en una cuando se observa el sistema en cuestión. Finalmente, aprendí a calcular, a resolver problemas, pero las ecuaciones que utilizaba para resolverlos me parecían brotar del sombrero de un mago inescrutable. Y entonces, unos pocos años después de terminar la carrera, Feynman vino a mi rescate con un libro que me libró de aquel desasosiego y del que nunca me he separado: Quantum Mechanics and Path Integrals (1965). Todavía recuerdo el placer intelectual que me proporcionó la manera en que Feynman generalizaba el principio clásico de mínima acción, introduciendo todas las trayectorias posibles, y cómo deducía así la ecuación de Schrödinger, la base de la mecánica cuántica ondulatoria.

Es esta manera de entender los fenómenos cuánticos la que sirve a Hawking y Mlodinow para explorar la idea de que el propio universo no tiene una sola historia, ni tan siquiera una existencia independiente, o, en otras palabras, que nuestro universo no es único, propuesta sin la cual El gran diseño seguramente se quedaría en nada.

Por todo esto es razonable recordar a Feynman ahora que se publica este nuevo libro de Hawking. Recordar a uno de los científicos más originales del siglo XX, a un científico que realizó contribuciones centrales a la física (fue uno de los creadores de la electrodinámica cuántica, contribución por la que recibió en 1965, junto a Tomonaga y Schwinger, el premio Nobel de Física) mostrando una originalidad y claridad poco frecuentes. Una originalidad y sencillez que se pueden encontrar también en libros de carácter general que escribió, de los cuales existen traducciones al castellano (en Alianza, Crítica y Tusquets). Libros como ¿Está Ud. de broma, Sr. Feynman?, su maravillosa autobiografía, El carácter de la ley física, El placer de descubrir, ¿Qué significa todo eso?, ¡Ojalá lo supiera! o Seis piezas fáciles (también existen traducciones de obras más exigentes, como Conferencias sobre computación, Electrodinámica cuántica y La conferencia perdida, además de su mítico curso de física).

Para los físicos, Feynman es una leyenda. La clase de científico que todos querrían ser: profundo y original a la vez que desenfadado y jovial. Aún no se ha desvanecido el recuerdo de su intervención en la comisión que se formó para encontrar las causas del desastre del transbordador espacial Challenger, que él desentrañó con una demostración memorable (utilizando un vaso de agua muy fría). Pero, aunque la admiración que siento por sus integrales de camino o por los diagramas que llevan su nombre es inmensa, prefiero recordarlo por la idea que tenía de la ciencia, una idea que se muestra de forma conmovedora en una carta (reproducida en ¡Ojalá lo supiera!) que escribió a un antiguo alumno suyo en respuesta a una que éste le había escrito felicitándole por la obtención del Premio Nobel y mostrando al mismo tiempo tristeza por lo que él consideraba muy humildes trabajos suyos. "Usted me conoció en la cima de mi carrera", escribió entonces Feynman, "cuando según usted yo estaba interesado en problemas próximos a los dioses; no obstante, he trabajado en innumerables problemas que usted calificaría de humildes, pero con los que disfruté y me sentí muy bien porque a veces podía obtener un éxito parcial. Ningún problema es demasiado pequeño o demasiado trivial si realmente podemos hacer algo con él".

Fue un buen consejo. Uno que no conviene olvidar al leer sobre las cuestiones fundamentales que Hawking y Penrose tratan en El gran diseño y en Los ciclos del tiempo.
Science Week here in Catalonia, and above is a fascinating article about Richard Feynman - which I will not be translating for now.
To be accompanied by O Superman by Laurie Anderson back in the 1980s.



dimarts, 11 de maig del 2010

Richard Feynman

Richard Feynman va néixer en un dia com avuí, el 11 de maig, fa 92 anys, a l’any 1918. Va morir al 1988.
Feynman va ser un dels científics més importants del segle 20. Entre altres coses, va treballar molt en el camp de la mecanica quantica, guanyant el premi Nobel a l’any 1965. També va ser un dels més joves implicats en l’investigació americana de la energia nuclear, i el desenvolupament de la bomba atòmica, el Projecte Manhatten. Quan el desastre del transbordador Challenger, Feynman va ser el membre de la comissió investigadora que va esbrinar la causa de l’accident.
Era un geni, com aquí s’expressa al seu biografia:

"This was Richard Feynman nearing the crest of his powers. At twenty-three ... there was no physicist on earth who could match his exuberant command over the native materials of theoretical science. It was not just a facility at mathematics (though it had become clear ... that the mathematical machinery emerging from the Wheeler-Feynman collaboration was beyond Wheeler's own ability). Feynman seemed to possess a frightening ease with the substance behind the equations, like Albert Einstein at the same age, like the Soviet physicist Lev Landau—but few others."
James Gleick, Genius: The Life and Science of Richard Feynman

Però sobretot era una persona enamorada de la ciència i amb unes ganes i una capacitat de divulgar-la impressionants. Les seves classes d’universitat són encara avui textos imprescindibles per qualsevol persona amb interès en la matèria. També va escriure llibres populars sobre aspectes de la ciència i la vida.
Una persona enamorada de la vida, hi ha mil i una anècdotes sobre ell. Quan el Projecte Manhatten, top secret, ell gaudia de esbrinar els numeros secrets de la caixa forta on s’amagaven els documents més confidencials! Va aprendre a tocar els tambors, a ballar, diverses llengües, pintar, fer malabarismes etc. Amb el seu amic Ralph Leighton, es van interessar pel país Tannu Tuva que havien conegut fa temps degut a les col·leccions de segells. Van emprendre una ambició i/obsessió de esbrinar tot el que podien d’aquell país (ara Tuva o Tyva), i gràcies a ells ara la seva cultura és coneguda mundialment. D’aquest esforç va néixer el grup Friends of Tuva.
Bé, aquí el tenim, amb una petita xerrada i després tocant els bongos ....

Richard Feynman (1918-1988) was born on 11th May 1918. He was one of the greatest scientists of the 20th century. Among other achievements in a life packed full, he won a Nobel Pirze in 1965 for his work on quantum mechanics, worked on the Manhatten Project in the 40s, and participated with the inquiry into the Challenger disaster, eventually finding the reason for the accident. The quote included above from his biography says it all ...

But apart from that, he was a man in love with science and with education. His lectures given in the 50s and 60s are still used today by anyone with an interest in science. Rarely has anyone had such an ability to simplify and communicate complicated subjects in such a plain and enthusiastic way.
His life reflected his character, he did not stay in a stuffy office but made the most of every moment, becoming a classy bongo player, a respectable dancer, learning languages, juggler, painter. Even a safe cracker, as he managed to break the secret codes for the Manhatten Project’s safe where the confidential documents regarding the atom bomb were kept!
Feynman and his friend Raph Leighton, wondering what had happened to the little-known country of Tannu Tuva, set out on a final hobby/obsession, to find out as much as possible about this land. They are responsible for making Tuvan culture world famous, and their “research” continues today through the Friends of Tuva.

Anyway, here is the great man himself, talking and playing ...